Duerme suficientes horas
Mientras tú duermes, tus riñones también descansan de trabajar todo lo que lo hacen. Entonces no es ninguna locura que numerosos estudios hayan demostrado que dormir bien hace que los riñones rindan mucho mejor pues están más descansados. Uno de esos estudios declaró que quienes duermen tan solo 6 horas tienen un 19% más de riesgo de padecer un fallo de riñón ya que el riñón trabaja muchas más horas de las que puede. Menos horas de sueño incrementan el porcentaje exponencialmente.
No dejes tus medicamentos de golpe
Cuando estás enfermo y el médico te manda medicinas para varias semanas, te las empiezas a tomar y cuando te comienzas a sentir mejor, automáticamente las dejas. Esto es malísimo porque además de no curarte bien, estás haciendo daño a tus riñones. Sobre todo si hablamos de medicinas para la presión arterial o para el dolor. A los riñones les encantan las rutinas y no les van bien los cambios bruscos.