Ten cuidado con los suplementos
Muchas personas toman suplementos vitamínicos en su día a día sin ni siquiera necesitarlos. Lo suyo es tomarlos si realmente tienes un déficit de alguna vitamina o mineral, ya que tomar demasiado de ciertas cosas también es perjudicial para la salud. Los extremos nunca son buenos aunque creas que lo que tomas te va a beneficiar. Por ejemplo, tomar vitamina C en exceso hará que tus riñones tengan que trabajar mucho más de la cuenta ya que los restos de la vitamina C se eliminan del cuerpo por la orina.
No dejes de hacer ejercicio
Hacer ejercicio físico no es bueno solo para el cuerpo sino también para la mente. Hacer deporte hace que duermas mejor, te relajes y segregues dopamina, la hormona de la felicidad, además de los innumerables beneficios físicos que tiene el deporte. Uno de esos beneficios físicos es que te ayuda a mantener la presión sanguínea en niveles saludables lo cual ayuda a reducir el riesgo de padecer alguna enfermedad de riñón. No es necesario matarse a hacer ejercicio, con caminar o correr media hora o una hora al día es suficiente.