Plátanos
Los plátanos son conocidos por su alto contenido de potasio. Si bien son naturalmente bajos en sodio, 1 plátano mediano proporciona 422 mg de potasio. Si se le ha indicado que limite su consumo de potasio, puede resultarle difícil hacerlo si un plátano es un alimento básico diario. Desafortunadamente, muchas otras frutas tropicales también tienen un alto contenido de potasio. Sin embargo, las piñas contienen sustancialmente menos potasio que otras frutas tropicales y pueden ser una alternativa más adecuada pero sabrosa. Los plátanos son una fuente rica en potasio y es posible que deba limitarse en una dieta renal. La piña es una fruta apta para los riñones, ya que contiene mucho menos potasio que algunas otras frutas tropicales.
Lácteos
Los productos lácteos son ricos en diversas vitaminas y nutrientes. También son una fuente natural de fósforo y potasio y una buena fuente de proteínas. Por ejemplo, 1 taza (240 ml) de leche entera proporciona 222 mg de fósforo y 349 mg de potasio. Sin embargo, consumir demasiados lácteos, junto con otros alimentos ricos en fósforo, puede ser perjudicial para la salud ósea en personas con enfermedad renal. Esto puede parecer sorprendente, ya que la leche y los productos lácteos a menudo se recomiendan para la salud de los huesos y los músculos. Sin embargo, cuando los riñones están dañados, el consumo excesivo de fósforo puede provocar una acumulación de fósforo en la sangre, que puede extraer calcio de los huesos. Esto puede hacer que sus huesos se vuelvan delgados y débiles con el tiempo y aumentar su riesgo de rotura o fractura de huesos.